Asociación de Trasplantados de Páncreas.

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martes, 16 de octubre de 2012

El drama de los trasplantes: incluidos pero no aprobados




Esta noticia se publicó en SEPTIEMBRE DEL AÑO 2007,
en Colombia, pero aún hoy plasma una dura realidad 
en el mundo. Leer nunca es malo. Comparar es humano. 
Beatriz González Villegas.




Juan Carlos Arboleda Z. - elpulso@elhospital.org.co
http://www.periodicoelpulso.com/html/0709sep/debate/debate-12.htm
En el sistema de salud, la legislación sobre trasplantes es relativamente completa; los trasplantes de córnea y riñón están incluidos en el POS tanto del régimen contributivo como del subsidiado desde 1994; el de corazón aparece en el contributivo desde el mismo año según la resolución 5261 y en el subsidiado a partir de 1995; el de médula figura desde 1994; y en 2004 con el Acuerdo 282, se incluyó el trasplante de hígado para el régimen contributivo. Sin embargo, esta inclusión en los Planes Obligatorios de Salud, no garantiza que los colombianos accedan a ellos con la fluidez que la ley permite.
Según el doctor Álvaro Velásquez, pionero de los trasplantes en Colombia, el país tiene una legislación muy avanzada comparada con Latinoamérica y otros países del mundo, pero ésta no se cumple: ”El problema es que las EPS, a pesar de que estos trasplantes están en el POS, no los autorizan; ahora hay en el país 13.200 pacientes en diálisis, de los cuales el 70% se podrían trasplantar (unos 9.000 pacientes) y las EPS sólo autorizan números ínfimos, por ejemplo, 35 pacientes para un grupo de trasplantes; hay legislación, pero no política de salud, y el Estado colombiano no hace cumplir su propia legislación”.
Algunas paradojas son originadas por el mismo POS: en el régimen subsidiado no está incluido el tratamiento a la diabetes y deja la responsabilidad en los entes territoriales, fraccionando así la atención, lo cual puede incidir en que dichos pacientes lleguen a la Enfermedad Renal Crónica y requieran un trasplante de riñón a los 13 años de detectada la diabetes mellitus, cuando lo normal es entre 20 a 30 años después; según estudio de Fedesalud y de la Asociación Colombiana de Nefrología, hay sub-registro de los pacientes en diálisis y las cifras pueden llegar a los 16.000 casos, con un costo para el sistema en 2004 de $450.000 millones, y en una proyección a 2010, el número llegará a los 28.000 pacientes con un costo de $840.000 millones.
La explicación a la crisis en trasplantes, obedece a la estructura del “negocio de la salud” en el país, según el doctor Velásquez: “La salud pasó de ser pública a privada, de ser un derecho a un producto que genera beneficios al sector privado. ¿Al sector privado le interesa que una persona se trasplante? La respuesta es simple: No le interesa. Es mejor en la relación costo-beneficio para una EPS, que el paciente se muera a que se trasplante”.
Sin embargo, en un análisis profundo del costo-beneficio, la relación se invierte: “Si se compara un año de diálisis con un año de trasplante, puede que sean iguales, pero a partir del segundo año, el trasplante tiene un costo mucho menor que los pacientes en diálisis; es decir que financieramente es mejor trasplantar que dializar. Además, en calidad de vida y efectos para la sociedad, las diferencias son enormes a favor del paciente trasplantado, que puede regresar a un trabajo productivo”.
La aprobación de un trasplante en Colombia no se relaciona en primera instancia con las necesidades médicas, ni a las exigencias de las tutelas, que en la mayoría de los casos son dilatadas en el tiempo; por el contrario: se organizan basadas en una lógica administrativa: “Las EPS determinan el capital que utilizarán en determinada vigencia para trasplantes, y dependiendo de esa cifra deciden el número de pacientes a trasplantar, independiente de cuantos pacientes lo necesitan”, concluyó el doctor Velásquez.
Rezago en inclusión de nuevos trasplantes al POS
En Colombia hay alrededor de 160.000 pacientes que necesitan un trasplante de páncreas o de islotes de páncreas para corregir la diabetes, cuyo tratamiento no debe ser aplicarles insulina de por vida, cuando existen avances científicos. Existe la posibilidad y se tiene la capacidad de producir islotes en laboratorio, que corrigen el problema con una inyección intravenosa aplicada por una enfermera.
Otro procedimiento es la inclusión del trasplante de intestino, que se convierte en la única opción para quienes se les trombosa la arteria mesentérica y pierden el intestino, o para los pacientes que lo pierden por traumas o quienes congénitamente nacen sin él; una situación similar ocurre con el trasplante de tráquea y laringe, no incluidos, lo que deja a muchos pacientes sin opciones.






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