Coordinador de la Unidad de Trasplantes de La Fe | El especialista recibe el premio Valencianos para
el siglo XXI como un halago a una labor de equipo y lo agradece y
acepta en nombre de los donantes
18.11.12 - 00:54 -
La Unidad de Trasplantes de La Fe, que coordina el doctor
Juan Galán, está autorizada para cualquier trasplante, es líder en
distintas intervenciones y ha sido pionera en varios implantes. Acumula
larga experiencia y no deja de pensar en retos como donación en
asistolia o intervenciones entre vivos. El doctor explica en esta
entrevista cómo trabajan los profesionales de un equipo que, insiste en
recordar, desarrolla su función porque hay donantes.
-Coordina donaciones y trasplantes, ¿se puede interpretar que administra y gestiona vida?
-(Sonríe) Al menos somos gestores de trabajo. Gran parte
de nuestra actividad es gestión y control. Estamos obligados por la ley a
tener un registro exhaustivo de quién, dónde, cuándo y qué órgano de
qué persona va a otra. Todo ese trabajo se lleva a cabo de forma
confidencial, mediante los registros custodiados en la Conselleria de
Sanidad, y se comunica a la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
Esto y otros flecos administrativos es la gestión. Luego viene el
trabajo de campo: la existencia de un donante implica su valoración,
diagnóstico, obtención de permisos...
-Y llega la hora de la extracción y luego, el implante...
-Sí, el acto propio del trasplante, tanto si el donante
es de nuestro hospital o de otro de los que tenemos asignados. En España
la organización es territorial para que pase el menor tiempo posible
desde que se extrae hasta que se trasplanta. No sería lógico que un
órgano que aparece en La Coruña se implantara en Almería; el traslado
implica muchas horas. Cada hospital trasplantador tiene asignados una
serie de centros que solo generan órganos. Cuando tenemos el donante en
el Clínico, en Sagunto, Alicante... El equipo se desplaza para la
extracción y luego se implanta aquí.
-¿Un coordinador de trasplantes alguna vez está libre?
-Sí, claro, por supuesto (sonríe). Por eso tenemos un
equipo de 14 personas, simple medida de supervivencia. Aunque, el
coordinador, si bien no forma parte de la dirección del hospital, tiene
responsabilidades elevadas y disfruta de libertad relativa. Pero sí,
tengo vacaciones y días libres, aunque mi teléfono está siempre activo y
localizado.
-¿Cómo se activa el operativo?
-Primero se necesita un donante. Si está aquí nosotros lo
iniciamos. Cuando ya hemos cumplido los requisitos de diagnóstico y
permiso se comunica a la ONT. Si la donación es de fuera, la ONT nos
dice: hay un donante que os toca trasplantar. Se organiza la extracción
desplazando al equipo, generalmente por carretera salvo si es una
'Urgencia 0' y hay que ir a buscarlo lejos. Estos son casos para
trasplantar entre 48 y 72 horas. Se da preferencia en todo el
territorio. Si es necesario se trae de Canarias. Una vez tienes la
donación se avisa al receptor y se organiza la operación.
-¿Cómo consigue La Fe ser líder en trasplantes tanto tiempo?
-No hay misterio: trabajando. Hay un equipo lo
suficientemente desarrollado. También contamos con una organización
propicia. En la Comunitat hay más de 20 hospitales públicos que generan
órganos, y todos nos corresponden. Anualmente tenemos entre 150 y 180
donantes y eso genera mucha actividad y esta a su vez da la experiencia
que permite ir subiendo peldaños. El secreto es trabajo, trabajo y
trabajo, no hay vuelta de hoja.
-¿Emociona la llegada de un órgano?
-Mi sensación es la de hacer un trabajo muy especial. No
caeré en la demagogia de decir que salvamos vidas, es nuestra
obligación, y se salvan vidas en Urgencias, operando... Cuando yo
estudié, esto era casi inexistente y ha exigido una readecuación
continua. En España no somos más de 300 coordinadores y tienes la
sensación de pertenecer a una especie de élite marcada por el servicio a
los demás.
-¿Qué sensación producen las familias de los donantes?
-Me han marcado alguna vez los familiares de los donantes
cuando han perdido a alguien de repente y en ese momento de duelo
tienen la grandeza de espíritu de pensar que su familiar puede ayudar a
otra persona. Y no solo eso, hay muchas familias que ofrecen la
donación. Es reconfortante. Dices, vale, merece la pena luchar.
-¿Qué significa el premio Valencianos para el Siglo XXI?
-Que a uno le reconozcan su trabajo en un ambiente ajeno a
la profesión es un halago. Es un aliciente. Aunque no necesites el
reconocimiento, cuando llega te gusta, pero no solo es para la
coordinación, sino para los más de 300 profesionales de este hospital, y
de otros. Sobre todo, hay que dedicarlo a los donantes, sin ellos es
imposible. Uno lo acepta en su nombre. Cada uno hace su trabajo y todos
somos necesarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario