Asociación de Trasplantados de Páncreas.

Asociación de Trasplantados de Páncreas.
astxpancreas@gmail.com

martes, 2 de julio de 2013

Noticia: ¿Los BRICS de la salud?

Maria Cristina Rosas 
 
ALAI, América Latina en Movimiento

2013-06-26


En 2001, Jim O’Neill, economista en jefe de Goldman Sachs, dio a conocer un análisis denominado “Creando mejores BRIC económicos globales”.1 Según O’Neill, Brasil, Rusia, India y la República Popular (RP China) –ojo: Sudáfrica no fue incluida inicialmente-, serán actores internacionales dominantes en 2050. O’Neill refiere que la idea de acuñar este concepto le vino cuando tuvieron lugar los atentados terroristas contra Estados Unidos del 11 de septiembre, los que hicieron patente la fragilidad y vulnerabilidad de esa nación. Ese suceso demostró que el mundo requería del activismo de otros países para superar los desafíos que se presentaran, dado que Washington no lo podía hacer, o al menos, no aisladamente. Así, para O’Neill la globalización requiere una participación más activa de actores influyentes porque de otra manera “el mundo no podrá funcionar”.

En esa misma línea, en 2003, Goldman Sachs publicó el estudio “Soñando con los BRIC: el camino al 2050”, en el que reafirma que para ese momento los cuatro países serán una importante fuerza motriz de la economía mundial. Para acallar las críticas ante estas proyecciones a tan largo plazo que rayan en la futurología, el estudio enfatiza que sus cálculos parten del supuesto de que esas naciones mantendrán un exitoso desenvolvimiento económico como el mostrado hasta entonces, pero que los augurios podrían no cumplirse si los BRIC no desarrollan políticas que apoyen el crecimiento.

Goldman Sachs sostiene igualmente que el grupo de países BRIC es el motor del crecimiento de la demanda y con un poder adquisitivo en aumento a nivel global -hasta hace un par de años, el crecimiento de los cuatro países promediaba 10%. En el documento citado, el corporativo señala que en menos de 40 años, las economías de los cuatro BRIC podrían superar a las del llamado Grupo de los Seis, integrado por países de alto nivel de desarrollo2 Hacia 2050, según Goldman Sachs, las diez principales economías del planeta no serán las que se conocen hoy, sino otras, como las de los BRIC, lo que hará que las empresas modifiquen sus estrategias de expansión.3

Es pertinente hacer una acotación en torno a Sudáfrica, el otro socio que se incorporó más tarde a la agrupación –lo hizo en 2010. El mismo documento de Goldman Sachs, ya referido, señala que el desempeño económico del país africano hacia 2050 será inferior al de los otros cuatro países, con una tasa de crecimiento promedio por año de 3. 5%, si bien su demografía se reduciría y ello elevaría su ingreso per cápita inclusive por encima del de Rusia. Empero, en el análisis de Goldman Sachs, Sudáfrica no es visto con tanto optimismo a comparación del “cuarteto original”.4

En términos económicos y demográficos, los BRICS representan el 42% de la población mundial y alrededor del 45% de la fuerza laboral que existe en el planeta, según datos proporcionados por sus países miembros. En 2012, Brasil, Rusia, India, la RP China y Sudáfrica eran responsables, en su conjunto, del 21% del producto interno bruto (PIB) mundial, en tanto que el comercio entre ellos llegó a los 282 mil millones de dólares.5

Cuesta trabajo, sin embargo, considerar a los BRICS como una agrupación compacta a la usanza de los típicos organismos internacionales intergubernamentales. Ello obedece, en gran medida, a las claras asimetrías y diferencias que subsisten entre ellos. En los BRICS se tiene al país más extenso del planeta y también a los dos más poblados. El predominio de Asia es claro –con la RP China, India y Rusia a bordo-, sin embargo las distancias geográficas son notables, en particular cuando se considera a los otros dos socios, uno latinoamericano y otro africano. Es verdad que al paso del tiempo, la cooperación entre estas naciones se ha extendido a diversos ámbitos, pero todavía no son un grupo compacto que pueda marcar la diferencia en las relaciones internacionales. no al menos en lo que ha dado en llamarse la gobernabilidad global.

Los BRICS y la crisis económica internacional

Ante la crisis económica de 2008, los BRIC –sin Sudáfrica, dado que el país se incorporó hasta 2010- eran vistos con optimismo en los círculos comerciales y financieros internacionales, dado que eran los países desarrollados –la Unión Europea y Estados Unidos- quienes experimentaban las mayores dificultades, mientras que Brasil, al apoyarse en su mercado interno; Rusia, con su poderío energético; India con la bonanza de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs); y la RP China con un mercado interno en expansión, si bien padecían los efectos de la reducción de la demanda en los países desarrollados, estaban en condiciones de sortear, al menos por un tiempo, esos desafíos.

Con todo, el comercio entre los BRICS –ahora sí ya incluyendo a Sudáfrica- sigue siendo marginal. Por ejemplo, mientras que los intercambios entre los “cinco amigos” ascendieron en 2012 a 282 mil millones de dólares, el comercio entre la RP China y Estados Unidos –con todo y la recesión que padece éste último– fue del orden de los 536 mil millones de dólares en el mismo año,6 casi duplica el valor de las importaciones y las exportaciones efectuadas entre Beijing, Brasilia, Moscú, Nueva Delhi y Pretoria en el mismo período. Esto se explica porque aun con la crisis que padece Estados Unidos, el tamaño de su mercado sigue siendo importante, además de que las operaciones de gran parte de las grandes corporaciones de ese país se desarrollan en la RP China. A manera de comparación, en 2002 el comercio entre los dos países era de 147 mil millones de dólares, por lo que en el espacio de una década, las transacciones bilaterales de bienes, experimentaron un crecimiento de más de tres veces. La relación comercial entre la RP China y Estados Unidos es deficitaria para el segundo: en 2012, los estadounidenses vendieron en el mercado del país asiático bienes por un monto de 110 mil millones de dólares, en tanto que Beijing colocó productos en la Unión Americana por un valor de 426 mil millones de dólares.7

En cualquier caso, es claro que el comercio intra-BRICS en realidad es limitado. Excluyendo a Sudáfrica, solo la RP China tiene un lugar importante en el comercio exterior de Brasil, India y Rusia. Así, en el caso del país sudamericano, Beijing es el segundo socio comercial de los cariocas, solo por debajo de la Unión Europea, pero por arriba de Estados Unidos, Argentina y Japón; en el caso de India, la RP China es su cuarto socio comercial, por debajo de la Unión Europea, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos y por arriba de Hong Kong; en cuanto a Rusia, Beijing es su cuarto socio comercial, detrás de la Unión Europea, Ucrania, Turquía y por arriba de Belarús. Cabe preguntar entonces qué tan importantes son los tres países referidos –los “BRI”- para la RP China en el plano comercial. Una mirada a los cinco principales socios comerciales de los chinos, revela que su comercio se encuentra fuertemente regionalizado, dado que, con la excepción de la Unión Europea y de Estados Unidos, que son el primero y el segundo socios mayoritarios, los otros tres son Hong Kong, Japón y Corea del Sur. En otras palabras, para tres de los BRIC la RP China es extremadamente importante, pero no al contrario.8

Aunado a lo anterior, era de esperar que tarde o temprano los BRICS se verían agobiados por los sucesos económicos tan desfavorables que aquejan a sus socios eurocomunitarios y a la economía estadunidense. Brasil, por ejemplo, presenció un desplome de su crecimiento en 2012 que fue, de apenas, 0. 9%, en fuerte contraste con el que mostró en 2010 –de 7. 5%. El pronóstico para 2013 es reservado y, cuando mucho, su crecimiento podría situarse en un 4%, claro, si la situación en los países desarrollados no empeora.9

Rusia, por su parte, fue la economía más dinámica de Europa en 2012, pero la Unión Europea es su principal mercado energético y para otros productos, por lo que Moscú podría sufrir los efectos de la crisis de la zona euro. India, a su vez, ha tenido un crecimiento promedio del 5%, nada mal para la nación que tiene la segunda mayor cantidad de habitantes en el mundo. Empero, en 2014 tendrán lugar elecciones a nivel nacional y la necesidad de canalizar el gasto público a las prebendas políticas de costumbre, podría retardar ajustes y medidas de austeridad que tal vez deberían introducirse en aras de enfrentar algunos de los impactos de la crisis. La RP China es, entre los BRICS, quien podría sortear de mejor manera la crisis, porque si bien sus tasas de crecimiento no son las de antaño, siguen siendo de las más altas a nivel mundial, amén de que, como ya se dijo, su mercado interno en expansión es una buena vacuna ante los vaivenes de la economía mundial. Por último, Sudáfrica, afectado también por la situación imperante en la Unión Europea, se enfrenta a un escenario incierto, con dificultades más o menos serias en el seno del Congreso Nacional Africano (CNA) y también ante las huelgas de mineros que han provocado una verdadera crisis política en el país.10

Lo anterior corrobora que los BRICS no van a un mismo paso, si bien hay un rubro en el que, para bien o para mal, enfrentan un desafío que tal vez podría llevarlos a trabajar de manera concertada, dado que se trata de un problema que los hermana.

Los BRICS están enfermitos

Uno de los grandes retos que enfrentan los BRICS, al margen de la situación económica que prevalece en los mercados de los países desarrollados, es de carácter interno y acontece en el terreno de la salud. Cuatro de los BRICS –Brasil, Rusia, India y la RP China-, figuran en la lista de los 10 países con la más alta incidencia de diabetes mellitus en el planeta. La RP China, de hecho, encabeza la lista, con 90 millones de enfermos, en tanto India le sigue, en el segundo lugar, con 61 millones. Rusia es el cuarto país más diabético, con 12. 6 millones, seguido de Brasil, con 12. 4 millones. En el caso de Sudáfrica, si bien la diabetes no es el principal problema de salud que encara, puesto que tiene 1. 9 millones de personas aquejadas por dicho padecimiento, de todas maneras padece los estragos del VIH-sida, el cual constituye un verdadero problema de seguridad nacional, toda vez que las cifras más conservadoras refieren que afecta a alrededor del 12 % de la población -5 millones 600 mil personas-, en tanto otras más sugieren que uno de cada tres sudafricanos en ese país es seropositivo. Pero regresando a la diabetes mellitus, el número de personas afectadas por esta enfermedad en los países BRICS es de 177 millones 900 mil, cifra ligeramente inferior a la población de Brasil.

En este sentido, los BRICS se enfrentan al desafío de lidiar con enfermedades transmisibles (como el VIH-sida) y no transmisibles (como la diabetes mellitus). Este no es tema residual: en su conjunto, los BRICS reúnen al 40% de la prevalencia de enfermedades a nivel mundial, amén de que son responsables del 15% del gasto global en salud. De entrada, estas cifras dan fe de un desequilibrio dado que, considerando la proporción de personas enfermas frente al gasto en salud de los BRICS, hay mucho por hacer.

Una mirada a un dato como la esperanza de vida al nacer, permite observar desigualdades importantes en términos de la calidad de vida en cada uno de los países BRICS: en Brasil es de 73; en Rusia es de 66; en India de 67; en la RP China es de 75; y en Sudáfrica de 49 años. En promedio, la esperanza de vida de los BRICS es de 66 años, cifra que está por debajo de la media mundial que es de 68 años y ciertamente muy lejos de un país como Mónaco, cuya población, que tiene la longevidad más alta del mundo, vive, en promedio, 89 años –es decir que entre Mónaco y la esperanza de vida promedio de los BRICS hay 23 años de diferencia.

Aparentemente los BRICS están pagando el precio del desarrollo, el cual, a grandes rasgos, involucra una urbanización creciente con dramáticos cambios en los estilos de vida, incluyendo la preponderancia del sedentarismo, la falta de actividad física, el consumo de alimentos procesados, etcétera. Este tema llama poderosamente la atención, considerando, a propósito de la RP China, que en este país la dieta básica tradicionalmente se integra (ba) de frutas y verduras. Los alimentos básicos son –o eran- los cinco cereales harto conocidos (arroz, trigo, mijo, soja y sorgo) y la carne, el pescado y las aves complementando a la dieta. Asimismo, el té es considerado un componente importante en la dieta china y la variedad de infusiones existentes se sabe que han tenido efectos positivos en la salud de la población. Cabe destacar también que hasta no hace mucho, en la RP China prevalecía la ingesta de comidas calientes y cocinadas. “La dieta china tiene una larga historia, y sus orígenes se cuentan en la antigua leyenda conocida como “Shennong prueba 100 hierbas”, donde se relatan las exploraciones tempranas sobre las propiedades y beneficios de los alimentos en la China antigua. Shennong, quien vivió hace 5000 años, es considerado como el padre de la medicina china.”

Empero, como se sugería anteriormente, con la irrupción de la RP China en la globalización, tanto las nuevas generaciones como quienes les anteceden, han venido modificando su dieta, lo que ha contribuido a la proliferación de enfermedades no transmisibles, como las ya citadas, que constituyen un gran reto para el sistema de salud del país más poblado del mundo.

Esta situación ha llevado a que al amparo de la cooperación que se ha venido desarrollando entre los BRICS, sus ministros de salud se reúnan para abordar tanto la problemática del VIH-sida como de otros padecimientos que aquejan a sus sociedades. Así, en julio de 2011 tuvo lugar el primer encuentro de ministros de salud de los BRICS en Beijing, donde el tema central fue garantizar el acceso de los medicamentos a los habitantes de esas naciones, en particular, a los antirretrovirales a efecto de lograr que quienes padecen el VIH-sida puedan tener una opción de vida digna. Al respecto, la Declaración de Beijing fue enfática en torno a la importancia de los medicamentos genéricos para lidiar con diversos padecimientos, además de la necesidad de fomentar la transferencia de tecnología que posibilite dotar de mejores capacidades en el sector salud a los países en desarrollo.

El segundo encuentro de estos funcionarios aconteció el 10 de enero del presente año en Nueva Delhi. En esa oportunidad, en la Declaración de Nueva Delhi, se ratificaron los compromisos esbozados dos años antes en Beijing, y se manifestó claramente la preocupación de los cinco países en torno a la proliferación de enfermedades no transmisibles como el cáncer y la diabetes que, a nivel mundial, constituyen un grave flagelo, pero que en esas naciones se acentúan para representar gravísimos problemas de salud pública.

A mediados de la primera década del presente siglo, se calculaba que la diabetes mellitus y las enfermedades cardiovasculares provocaban pérdidas anualmente del orden de los 18 mil millones de dólares en la RP China; de 11 mil millones en Rusia; de 9 mil millones en India; y de 5 mil millones en Brasil. En 2008 en Rusia, las enfermedades no transmisibles provocaron la muerte de 1. 7 millones de personas, amén de que el porcentaje de muertes prematuras fue de una de cada cuatro (23%). En el mismo año, la RP China presentó 8. 8 millones de decesos, de los que 20% fueron muertes prematuras. En India, la cifra fue de 5. 2 millones de defunciones de las que el 32% fueron muertes prematuras. Finalmente, para el caso de Brasil, los decesos fueron 894 mil, con una tasa de 29% de muerte prematura.17 Lo que es más: la Organización Mundial de la Salud (OMS) sentencia que entre 2005 y 2015, la RP China habrá perdido 557 mil millones de dólares del ingreso nacional debido a la diabetes y sus efectos adversos en las personas y su productividad; en tanto que para Rusia, India y Brasil, las pérdidas serán del orden de los 302 mil millones, 236 mil millones y 49 mil millones, respectivamente.

El mercado de los BRICS para las empresas farmacéuticas

Una arista que merece la atención de gobiernos y sociedades, es el costo de los tratamientos para las enfermedades imperantes, al igual que el acceso a los medicamentos requeridos para mitigar los efectos de padecimientos como los descritos. A este reto se suma el creciente interés de las corporaciones farmacéuticas por acceder a mercados en expansión para contrarrestar las dificultades que experimentan en los países desarrollados de cara a la crisis económica imperante.

En este sentido, el mercado de medicamentos para la diabetes en los países BRIC –sin Sudáfrica- crecería de 3 mil 900 millones de dólares –datos de 2009- a 8 mil 700 millones en 2014, lo que implica un incremento anual del orden del 17. 1%. Este auge obedece sobre todo al empleo de medicamentos orales (65% del mercado), si bien los productos inyectables están teniendo una mayor demanda. Esto es resultado de que los diagnósticos han aumentado, al igual que la prescripción de tratamientos para hacer frente a esta enfermedad en los países BRIC.

Con todo, más allá de las oportunidades que genera para las corporaciones farmacéuticas el número de personas que enfrentan enfermedades transmisibles y no transmisibles en los países BRICS, se impone una estrategia de los gobiernos de esas naciones para cooperar de manera más estrecha en la solución de problemas comunes e inclusive de aquéllos que solo aquejan a algunas de las naciones involucradas.

Al respecto, la cooperación Sur-Sur que podría generarse en el seno de los BRICS –además de que Rusia muy bien podría coadyuvar y también ser beneficiario- es un tema en la mesa. De hecho existe ya una historia de cooperación Sur-Sur importante entre Brasil, India, la RP China y Sudáfrica en rubros como el desarrollo de recursos humanos; la ampliación de infraestructura y el fortalecimiento de los sistemas de salud; iniciativas de investigación en el sector salud; etcétera. En el tema del VIH-sida se recuerda la cooperación desarrollada en el seno del Grupo IBSA (India, Brasil y Sudáfrica) para lograr que las personas seropositivas en Sudáfrica y Brasil, pudieran obtener antirretrovirales genéricos hechos en India a precios accesibles.

Y es que la cooperación Sur-Sur parece ser una de las pocas oportunidades de que disponen los gobiernos de los países BRICS –o “BICS”, sin Rusia– para revertir el desinterés que prevalece de parte de la investigación médica, a nivel global, en torno a los padecimientos de los países en desarrollo. De hecho, las empresas privadas de las naciones más prósperas tienen pocos incentivos para enfocarse en los mercados potenciales de los países pobres.

Sin embargo, al modificarse el perfil de los padecimientos que aquejan a los países en desarrollo, donde la diabetes mellitus se erige en un serio y ascendente problema que genera un mercado nada despreciable para tratamientos orales e inyectables, entre otros, es razonable suponer que las grandes empresas transnacionales asuman el liderazgo en la materia, lo que pone en riesgo la capacidad de gestión de los gobiernos de los BRICS en materia de salud en un tema tan delicado.

Una reflexión final

En suma: los BRICS se encuentran en un momento de transición en el marco de la actual crisis económica internacional, y al mismo tiempo se perfilan como los países de mayor incidencia de enfermedades transmisibles –el VIH-sida en Sudáfrica- y no transmisibles -la diabetes mellitus- con sus conocidas secuelas. De ahí que sea necesario que los gobiernos y las sociedades de esas naciones trabajen tanto a nivel interno como también a escala internacional, por ejemplo, a partir de la cooperación Sur- Sur –más Rusia- para que esta agrupación de mercados considerados emergentes no perezca ante los embates de las enfermedades de la modernidad.


http://www.alainet.org/active/65097&lang=es

No hay comentarios:

Publicar un comentario